01 octubre 2006

Endodoncia



Información Sobre Endodoncia. Conductoterapia


Concepto de Endodoncia

Endodoncia es el conjunto de posibles tratamientos de la patología de la pulpa o “nervio” de los dientes. Estos tratamientos pueden ser:

• protección pulpar (una especie de obturación o “empaste” provisional que pretende la recuperación conservadora de los daños pulpares todavía no irreversibles),

• recubrimiento pulpar (un aislamiento medicamentoso debajo de las obturaciones o empastes cuando la pulpa o “nervio” ha quedado expuesto al aire durante la eliminación de la caries),

• pulpotomía (eliminación parcial superficial de la pulpa, seguida de una cobertura de la herida a la entrada de la raíz con sustancias medicamentosas),

• pulpectomía (eliminación total de dicha pulpa, tanto si es vital – biopulpectomía – como si está gangrenada – necropulpectomía –), seguida por una desinfección, instrumentación y relleno u obturación del sistema cavitario intradentario donde se encontraba dicha pulpa ( conductoterapia ). Por costumbre, aunque impropiamente, suele llamarse “endodoncia” a la conductoterapia (cuya realización supone una previa pulpectomía ), y así lo haremos a lo largo de esta información. Puede ser realizada mediante distintos procedimientos (manuales y/o mecánicos) y diversos materiales y técnicas de sellado o relleno.

Finalidad
La finalidad del tratamiento conductoterápico es poder conservar funcionalmente un diente cuya pulpa está irreversiblemente dañada; de otro modo, debería ser extraído para eliminar el dolor y/o la infección del diente, del hueso y de los tejidos perirradiculares.

Naturaleza de la endodoncia (conductoterapia)

Casi siempre bajo anestesia (salvo cuando la pulpa está gangrenada) y con controles radiográficos sucesivos, se abre acceso a la cavidad donde se aloja la pulpa o «nervio» mediante fresado del diente. Luego se cateterizan los conductillos de las raíces, se vacían de contenidos orgánicos y de restos podridos, se dilatan mediante instrumentos apropiados ( limas , escariadores ), se desinfectan y se rellenan con un material especial ( gutapercha ) hasta un lugar situado junto al extremo de las raíces .

Limitaciones
La conductoterapia constituye un tratamiento parcialmente mutilador del diente , que, aun logrando salvarlo y evitar su extracción, siempre deja unas ciertas secuelas irreversibles ; viene a ser como la amputación de una pierna gangrenada, que permite salvar la vida, pero también deja irremisiblemente una mutilación. Estas secuelas son, principalmente:

• fragilidad y mayor riesgo de fractura,

• un cierto cambio en la tonalidad y traslucidez del diente, y,

• en ocasiones, una pequeña fibrosis periapical (cicatriz radiotransparente en la punta de la raíz), que asemejando radiográficamente la existencia de una periodontitis apical crónica (inflamación permanente en la punta de la raíz).

También hay circunstancias y complicaciones para la ejecución del tratamiento que, sin ser responsabilidad del dentista, pueden imposibilitar la finalidad perseguida, como:

• la existencia de calcificaciones dentro de los conductos o de anatomía complejas de los mismos (bifurcaciones, grandes curvaturas, estrechez ínfima), que a veces impiden su adecuada instrumentación, desinfección y relleno. En caso de producirse cualquiera de estas situaciones sería usted convenientemente informad@;

• la existencia de conductos situados en posición anormal y tan estrechos que podrían pasar inadvertidos y quedar sin tratar (en este caso suelen continuar las molestias, que nos debe Vd. consultar para intentar buscar y solucionar la causa);

• siempre que se endodoncia un diente con una infección alrededor de la raíz, cabe la posibilidad de que no produzca su curación total y la infección cronifique debido a causas variadas que pueden no llegar a conocerse. En estos casos se puede precisar la realización de una apicectomía (técnica quirúrgica para llegar a la infección desde la encía).



Expectativas infundadas frecuentes

• En la endodoncia, como en cualquier tratamiento odontológico, no existe «garantía de por vida». En condiciones normales, el éxito es del orden del 95 % (algo menor en los dientes infectados o en los que tienen anormalidades anatómicas).

• Si la endodoncia no produce la curación deseada, puede estar indicada la repetición del tratamiento conductoterápico o complementarlo con un tratamiento quirúrgico ( apicectomía ). En estos casos, las expectativas de éxito descienden a dos tercios de los casos. De no lograrse tampoco la curación, la indicación odontológica es la extracción ( exodoncia ).

• Los implantes están permitiendo restituir con prótesis fija muchos dientes que hasta hace poco tiempo no se podían reemplazar de esta manera, pero la endodoncia persigue la conservación del diente natural y mantenerlo funcionalmente.

Contraindicaciones y Advertencias importantes
• Si tiene, o cree tener , alergia al látex debe advertírnoslo porque tanto la mayoría de los guantes como los diques de goma (unas membranas para aislar el campo operatorio y proteger las parftes blandas de la boca) lo contienen.

• Si ha tenido, o cree tener, alergia o algún tipo de intolerancia o reacción anormal a los anestésicos locales o a los vasoconstrictores , debe hacérnoslo saber inmediatamente.

• Si tiene hipertensión o diabetes , no se olvide de indicárnoslo, ya que determinados componentes de los anestésicos locales (vasoconstrictores) pueden exacerbársela.

• Adviértanos si tiene Vd. alguna enfermedad cardíaca que aconseje hacer profilaxis frente a la endocarditis bacteriana (fiebre reumática, válvulas cardíacas artificiales, etc.).

• Si es Vd. portador de marcapasos cardiaco , adviértanoslo, porque está contraindicado el uso los aparatos de ultrasonidos utiizados a veces en este tratamiento

• Las diversas modalidades de tratamiento endodóntico no incluyen la reconstrucción o restauración del diente, que deberá realizarse posteriormente, como tratamiento aparte; admite diversas alternativas (principalmente, obturación –empaste–, o refuerzos intrarradiculares y corona protésica ), con ofrecen diferente resistencia a las fuerzas masticatorias.

• La existencia de una endodoncia no previene que ese diente padezca caries, enfermedad periodontal, o cualquier otra afección dentaria , que son patología distinta y ajena a la conductoterapia.

Consecuencias relevantes o de importancia que el tratamiento origina con seguridad
• Los dientes endodonciados son más débiles, porque al faltarles la sangre de su interior, se deshidratan y tornan quebradizos, por lo que pueden generarse grietas inicialmente imperceptibles en la corona y/o en la raíz por donde finalmente surge una fractura .. A este debilitamiento contribuye también la cavidad que hay que hacer en él para endodonciarlo.


Riesgos probables en condiciones normales
• En primer lugar, recordaremos los derivados de la anestesia local , ya comentados.

• Con frecuencia los materiales de corte y sujeción del dique de goma pueden provocar pequeñas lesiones en la zona del diente tratado . Suelen ser leves y se resuelven en unos días.

• Es posible, aunque poco frecuente, que en conductos muy irregulares y estrechos se fracture accidentalmente algún instrumento , que a veces no se puede retirar de su interior e impide la correcta obturación de la raíz. En tal caso sería Vd. informado del suceso.

• Con mucha frecuencia, tras una endodoncia correcta se producen molestias en la zona tratada . A veces se tiene la sensación de que el diente ha “aumentado de altura”; en ocasiones hay dolor espontáneo e incluso se puede producir una inflamación de la zona . También puede ocurrir una sensación de hormigueo o adormecimiento temporal, que por lo común se resuelven espontáneamente . Todos estos hechos se producen por la manipulación mecánica en tejidos vivos que implica la endodoncia y no está en relación con la calidad técnica del tratamiento realizado. Le indicaremos qué medidas debe adoptar y qué medicación tomar según su caso concreto.

Circunstancias particulares del paciente y riesgos relacionados con ellas

• En caso de limitaciones en la apertura bucal, la instrumentación está dificultada, de lo que puede dificultar y enlentecer el procedimiento, y dar lugar a un dolor postoperatorio en las articulaciones témporo-mandibulares (delante de las orejas) y empeoramiento de la limitación de dicha apertura durante una a dos semanas.


• En la endodoncia de un diente que lleva una corona protésica de porcelana, al tener que perforarla para acceder a la cavidad pulpar puede ocurrir que dicho material se fracture o descascarille.

17 septiembre 2006

Información Sobre la Patología de la Articulación Témporo Mandibular (ATM)

Información Clínica Para Pacientes. Información Sobre la Patología de la Articulación Témporo Mandibular (ATM)


Los problemas de la ATM (articulación témporo mandibular) son relativamente frecuentes, habitualmente muy molestos y pueden llegar a producir importantes limitaciones en las funciones masticatoria y fonatoria.

Su origen puede ser muy variado ya que son muchas las estructuras que forman la ATM o que pueden actuar sobre ella. Además debemos tener presente que las dos ATM (derecha e izquierda, que conjuntamente suelen agruparse bajo la denominación «articulación cráneo-mandibular») actúan al unísono y, por lo tanto, la alteración en una de ellas acaba afectando indefectiblemente a la otra. También las alteraciones en la correcta oclusión dental (la articulación entre los dientes de la arcada superior e inferior) termina por afectar a las ATM.

Habitualmente se dividen los problemas de la ATM en dos grandes grupos: funcional y orgánico.

• Los problemas funcionales serían aquellos en los que no encontramos alteraciones objetivas en la articulación, a pesar de existir sintomatología.

• Los problemas orgánicos serían los originados por una alteración evidenciable en la articulación.

Normalmente los problemas funcionales son más leves y fácilmente tratables que los orgánicos.

La sintomatología que producen las alteraciones de la ATM es muy variada, podemos citar por orden de importancia:

• pequeños ruidos o chasquidos articulares,

• dolores a la palpación,

• dolores difusos que pueden aumentar con la masticación,

• limitaciones variables a la apertura con desviación mandibular, e

• incluso bloqueos completos de la articulación.

La evolución de los problemas de la ATM es crónica. Si no se actúa tenderán a empeorar progresivamente haciéndose más patente la sintomatología.

La posibilidad de actuar sobre los problemas de la ATM es limitada y los resultados, en ocasiones, no son muy buenos.

En general todos los tratamientos comienzan por la relajación de la musculatura masticatoria mediante «férulas (o placas) de descarga (o neuro-oclusales, o de desprogramación, …». Éstas férulas son dispositivos que se colocan entre las arcadas dentarias y que pueden tener varias funciones: relajación de la musculatura masticatoria como ya indicamos, recolocación de los cóndilos mandibulares, etc.

En el caso de problemas funcionales se debe equilibrar la oclusión restituyendo los dientes perdidos y eliminando los contactos prematuros o anómalos. Para ello en ocasiones se precisa rehabilitar mediante prótesis toda la oclusión.

En la patología orgánica de la ATM puede ser preciso recurrir a técnicas invasivas como la artrocentesis (punción y «lavado» de la articulación) y diversas técnicas quirúrgicas de resultados variables.

Información Sobre Anestesia Bucodental

Información Clínica Para Pacientes Información Sobre Anestesia Bucodental

La anestesia bucodental es un tipo de anestesia local que:

• persigue anular o minimizar cualquier posible dolor por la intervención terapéutica y

• se realiza mediante la inyección de una sustancia con ese efecto ( anestésico local ) en la zona tratada o en la proximidad de los nervios que reciben la sensibilidad de dicha zona.

La insensibilización es pasajera (de 30 minutos a 3 horas, según el lugar, la técnica y el anestésico utilizado) y se percibe como «hormigueo» o hinchazón (aunque ésta no exista) que puede afectar a zonas vecinas. Al mismo tiempo que la insensibilización, se produce una paralización temporal de los músculos periorales (de los alrededores de la boca) alcanzados por la anestesia, por lo que se puede provocar una pequeña asimetría facial, también transitoria.

La anestesia bucodental es un procedimiento muy seguro con las soluciones anestésicas modernas. Sin embargo, para prever y prevenir efectos indeseados, es fundamental que nos advierta :

• de cualquier alergia que tenga o sospeche tener ,

• de cualquier enfermedad que usted padezca (hipertensión, diabetes, etc.),

• si experimenta mareos frecuentemente y

• de los medicamentos que esté tomando (incluidos analgésicos y otros de uso común),.

Los inconvenientes más frecuentes son:

• Heridas por mordedura de las zonas insensibilizadas (lengua, labios, mejillas). Para prevenirlas, evite masticar y mordisquearse en la zona hasta que haya pasado el efecto de la anestesia

• Daños por la aguja en vasos sanguíneos, nervios, músculos, etc . durante el proceso de inyección. Suelen ser leves y como mucho provocar pequeños hematomas («moratones»), un ligero dolorimiento en el lugar de la inyección, o anestesia o parestesias (sensaciones extrañas) en la zona inervada por el nervio herido durante algunas semanas.

• Son relativamente frecuentes los mareos , bien por la ansiedad (casi siempre inevitable), bien por disminución de la tensión arterial. Si le ocurren, debe comunicárnoslo tan pronto se produzca para adoptar las medidas correctoras oportunas y evitarle tan incómoda sensación.

• Más rara es la producción de una parálisis facial transitoria (de unas horas de duración), por infiltración con el anestésico de la glándula parótida (que está atravesada por el nervio facial), que puede ocurrir durante la anestesia de los dientes inferiores en personas con una mandíbula corta.

Las complicaciones más graves son excepcionales:

• Algunas personas pueden tener hipersensibilidad (alergia) al anestésico o a alguna otra sustancia presente en la solución anestésica sin saberlo. En este caso la intervención del profesional podría tener que ser agresiva e incluso requerir ingreso hospitalario

02 septiembre 2006

El Bruxismo

El bruxismo es un fenómeno que consiste en el frotamiento o apretamiento de los dientes sin que haya un motivo funcional para ello.


Como se puede imaginar, es un proceso complejo y en estas líneas sólo explicaremos las ideas básicas para poder entenderlo. Para simplificar nos referiremos al tipo que es más frecuente y lesivo: frotamiento nocturno de los dientes durmiendo.


El hecho que ocurre es que durante algunas fases del sueño, sin ser consciente la persona, se frotan los dientes inferiores sobre los superiores con movimientos repetitivos de la mandíbula.


La causa suele ser múltiple. Por un lado nos encontramos con un factor local (contactos oclusales anormales, prótesis mal ajustadas, malposiciones dentarias, etc) y por otro, un factor de estrés o tensión psíquica.


La sintomatología es muy variada, habitualmente son molestias inespecíficas en la cara, predominantemente por la mañana. En momentos más agudos aparecen dolores en la musculatura de los maseteros y en la articulación temporomandibular. Si el proceso es más grave, también hay dolores en la musculatura cervical y de la cabeza, síntomas poco frecuentes.


Lo más habitual es que simplemente se observe desgaste de los dientes.


Las consecuencias del bruxismo son variables dependiendo de la intensidad y tiempo de evolución: molestias o dolor, desgaste de los dientes, fracturas de dientes o prótesis sobre implantes, artrosis de la articulación temporomandibular.


El tratamiento habitual consiste en la colocación de una férula de descarga. La férula es una lámina fina de plástico que se ajusta al contorno de los dientes y que ejerce dos funciones:

1.- Inhibe el reflejo de frotamiento.
2.- Impide el contacto entre las dos superficies de los dientes. En el caso de que se siga bruxando, ya no se produce un choque diente contra diente, el plástico de la férula será el que se desgaste.


La férula es muy eficaz, no tiene efectos secundarios. En los primeros días, hay un aumento de la salivación y una sensación de cuerpo extraño que remiten al poco tiempo.


El único cuidado que requiere es limpieza (con agua y jabón) y revisiones periódicas.


Se confecciona en dos citas: toma de modelos para estudio, envió al laboratorio y colocación con ajuste oclusal.


En nuestra experiencia, es un tratamiento preventivo muy beneficioso. A parte de los casos en que hay dolor, si no se previene el desgaste de los dientes, con el tiempo habrá problemas de estética y masticación. Además, cuando sea necesario hacer algún tratamiento del tipo corona, implante, habrá que hacer un tratamiento de toda la arcada (superior o inferior), porque al perder la altura por el desgaste, es imposible hacer tratamientos unitarios

27 agosto 2006

Balance de la propia vida


(Por Alfonso Aguiló)
Hay vidas llenas de aparente éxito que son profundamente infelices y están dominadas por el desencanto ante ese estilo de vida, quizá espléndido en sus resultados, pero que se percibe como suplantador del que se hubiera debido tomar.
A muchas personas les cuesta abordar esa pregunta tan sencilla y tan crucial como es ¿por qué y para qué vivo?, ¿qué sentido debe tener mi vida? Tienden a eludir esa cuestión, a aplazarla continuamente, como esperando a que la misma vida se lo acabe descubriendo.
Lo malo es que, si lo retrasan mucho, corren el riesgo de encontrarse un día con la impresión de haber vivido hasta entonces sin apenas sentido. Y cuanto más tarde sucede esto, más difícil resulta corregir el rumbo. Tanto, que a muchos entonces ese descubrimiento les llena de angustia y lo sepultan bajo la adicción al trabajo, una pose escéptica o un activismo irreflexivo.
Hay etapas en la vida que propician más esa tendencia a hacer balance de la propia vida: la adolescencia, el término de los estudios, la crisis de madurez de los cuarenta o cuarenta y cinco años, la jubilación, la pérdida de facultades propia de la entrada en la ancianidad, etc.
En muchos de esos balances existenciales es fácil pensar (en muchas ocasiones con poca objetividad) que se podría haber hecho mucho mejor uso de ese tiempo de vida ya consumido. Y por eso pueden dejar un cierto sabor amargo, de lo que pudo ser y no fue, de tantas limitaciones, de tantos errores y fracasos.
Pero también esas crisis pueden ayudar a rectificar una vida equivocada. Serán útiles en la medida en que ayuden a tomar conciencia de los errores (y descubrir, por ejemplo, que había bastante mediocridad, o que junto a un cierto éxito exterior se ha llegado a una situación de grave empobrecimiento interior, o que se estaba demasiado centrado en uno mismo, etc.). Podemos sacar provecho, y mucho, en la medida en que ese balance se aborde con ilusión y esperanza de cambiar, sin ignorar las conquistas y aciertos pasados, y sin hacer tabla rasa de todos esos empeños que valieron verdaderamente la pena y que también jalonan nuestra vida.
Es cierto que los viejos hábitos ejercen sobre nosotros una inercia muy fuerte, y que romper con modos de ser o de hacer muy arraigados puede resultarnos verdaderamente costoso. A veces, no nos bastará con sólo una firme resolución y nuestra propia fuerza de voluntad, sino que necesitaremos de la ayuda de otros. Para superar hábitos negativos, como por ejemplo los relacionados con la pereza, el egoísmo, la insinceridad, la susceptibilidad, el pesimismo, etc., puede resultar decisiva la ayuda de personas que nos aprecian. Si se logra crear un ambiente en el que resulte fácil comprender al otro y al tiempo decirle lo que debe mejorar, todos se sentirán a un tiempo comprendidos y ayudados, y eso es siempre muy eficaz.
La reflexión sobre la propia vida aleja al hombre de la visión superficial de las cosas y le hace recorrer su propio camino. La vida le presenta numerosos interrogantes, de los que normalmente sólo obtiene respuestas parciales e incompletas, pero con una reflexión frecuente puede lograr que la multitud de preocupaciones, afanes y aspiraciones de la vida diaria no desvíen su atención de lo realmente valioso.
Por eso es importante que el goteo de pequeños esfuerzos cotidianos no ocupe con tal fuerza el primer plano de nuestra atención que deje sin espacio para las cuestiones de verdadera relevancia.
  • interrogantes.net
  • Puentes-Coronas Dentales


    PUENTES-CORONAS

    Puentes-coronas: conocidas tradicionalmente como "fundas". Cuando un diente está muy debilitado o es necesario reponer otro se puede recurrir a este tratamiento.


    Consiste en tallar el o los dientes y confeccionar una estructura que recubre perfectamente el diente, sirviendo de protección o de apoyo para "soportar" otros dientes. Lo habitual es que conste de una estructura interna metálica recubierta por porcelana, imitando el color y la forma de los dientes naturales

    Sólo presentaremos una de las variadisimas situaciones que se dan en la clínica. Cada caso requerirá un estudio y tratamiento individualizado.


    En el caso presentado soslayeremos detalles técnicos para intentar dar una idea clara e inteligible de este tratamientoSólo presentaremos una de las variadisimas situaciones que se dan en la clínica. Cada caso requerirá un estudio y tratamiento individualizado.Paciente con ausencia de un diente, malposición de otro, movilidad completa de un tercero y caries en un cuarto


    Con unas radiografías comprobamos el estado de las raíces y del hueso.
    En nuestro paciente se comprueba como el primer premolar no es recuperable y es necesario exodonciarlo



    El puente se apoyará en los dos dientes contiguos


    Después de endodonciar los dos dientes y colocar un "perno" para dar solidez a los "muñones" se "tallan" los dientes y se preparan para tomar medidas.






    Durante el tiempo de preparación de la prótesis, el paciente llevará un "puente" provisional
    El laboratorio envía la "prueba de estructura". Es la base metálica que se ajusta al diente y es la que soporta la fuerza de la masticación

    Depués de la prueba de la estructura se coloca la cerámica. Es el material que nos proporciona una estética similar a los dientes naturales.



    El puente recien colocado en la boca.
    Además de sustituir los dientes ausentes y modificar las anomalías de posición preexistentes, logramos normalizar la función masticatoria.


    22 agosto 2006

    Optimismo: el gran motivador

    Matt Biondi, estrella del equipo de natación de Estados Unidos en las Olimpiadas de 1988, abrigaba muchas esperanzas de igualar la hazaña de Mark Spitz en 1972: ganar siete medallas de oro.
    Sin embargo, Biondi quedó en un tercer puesto en la primera de las pruebas, los 200 metros libres; y en la siguiente carrera, los 100 metros mariposa, fue de nuevo relegado a un segundo puesto en el sprint final.
    Los comentaristas deportivos predijeron que aquellos fracasos desanimarían a Biondi, que había partido como favorito en ambas pruebas. Sin embargo, y contra todo pronóstico, su reacción no fue de hundimiento sino de superación, pues ganó la medalla de oro en las cinco restantes carreras.
    El optimismo es una actitud que impide caer en la apatía, la desesperación o la tristeza ante las adversidades. Como ha señalado Martin Seligman, el optimismo (un optimismo realista, se entiende, porque el optimismo ingenuo puede ser desastroso) influye en la forma en que las personas se explican a sí mismas sus éxitos y sus fracasos.
    Los optimistas
    tienden a considerar
    que sus fracasos se deben a algo
    que puede cambiarse,
    y gracias a eso es más fácil
    que a la siguiente ocasión
    les salgan mejor las cosas.
    Los pesimistas, en cambio, atribuyen sus fracasos a obstáculos que se consideran incapaces de modificar.
    Por ejemplo, ante un suspenso, o ante el paro laboral, los optimistas tienden a responder de forma activa y esperanzada, buscando ayuda y consejo, mirando hacia delante, procurando remover los obstáculos; los pesimistas, por el contrario, enseguida consideran esos contratiempos como algo casi irremediable, y reaccionan pensando que casi nada pueden hacer para que las cosas mejoren, y no hacen casi nada: para el pesimista, las adversidades casi siempre se deben a algún déficit personal insuperable o a la confabulación del egoísmo y la maldad de los demás.
    La cuestión clave es si uno seguirá adelante cuando las cosas resulten frustrantes. El optimismo es muy importante en la vida de cualquier persona, y en la tarea de educar, se podría decir que es imprescindible, pues la educación, en cierta manera, presupone el optimismo, porque educar es creer firmemente en la capacidad del hombre de mejorar a otros y mejorarse a sí mismo.