03 marzo 2012

Unas palabras que ayudan a trabajar a los amantes de la endodoncia



Aunque ya fallecido hace unos años, publico estas lineas aparecidas en la revista Boletín Dental , del Consejo de Colegios de Odontólogos y Estomatólogos de España



Dr. Angel Lasala Carreras- Premio Santa Apolonia 1998

"He amado mi profesión"








- A lo largo de su trayectoria profesional, ¿qué ha querido aportar a la odontología?
- He amado a nuestra profesión, la he estudiado y enseñado y he pretendido lograr que cada día sea mejor, sobre todo, para los que la necesitan.
- ¿Mantiene aún relaciones profesionales con España?
- Sí, asisto todos los años a los Congresos de AEDE ( a veces con mi hija Aurora, profesora de endodoncia jubilada). También doy alguna conferencia y visito a los compañeros y amigos.
- ¿Qué pasa cuando piensa en España? ¿Y en Zaragoza?
- Pienso mucho y con frecuencia en mi país y en mi ciudad a los que quiero cada vez más. Los recuerdos de mi infancia, de mi familia, de mis amigos, de mis estudios, de mis viajes, 35 he hecho ya para visitar a parientes, amigos y dar cursos y conferencias en 36 ciudades españolas. Zaragoza es un edén parea mí, lo primero que hago cada año es visitar a la Virgen del Pilar.
- ¿Un odontólogo debe saber también de política?
- Si se trata de al política que cita la prensa, no la necesita. Pero la política odontológica, de practicar cada vez mejor nuestra profesión y de luchar por lograr la Paz entre los hombres y entre los pueblos, esta política sí es necesaria.
- ¿Qué opina del siglo que le ha tocado vivir?
- Ha sido extraordinario para todas las ciencias, para las comunicaciones y para la tecnología. Moralmente, sin embargo, no ha logrado una sensible mejoría del ser humano: no se han logrado detener las guerras, por ejemplo.
- ¿Sus conferencias y libros son también prolongaciones del hombre que Ud. es?
- Creo que sí, siempre he intentado, en mi labor docente, que el odontólogo, como el médico sea atento, amable, estudioso y tratar a los pacientes de igual manera, sean ricos o humildes.
- ¿A pesar de estar jubilado sigue sensible a los problemas odontológicos de Hispanoamérica?
- Sí, soy sensible a los problemas odontológicos, hay muchos y he hecho lo posible por ser de utilidad y colaborar a su solución. Ahora viajo muy poco y, a pesar de la edad (85 años) y mi sordera, doy conferencias y enseño a los alumnos de postgrado de la Facultad de Odontología de Caracas.
- ¿Cómo ha recibido la noticia de la concesión del Premio «Santa Apolonia» en Venezuela?
- Me ha emocionado intensamente. Nunca creí que me lo pudieran conceder. Después de terminar mis estudios de Medicina y de Odontología en España; de ser catedrático de Endodoncia en Venezuela, de estudiar un postgrado de Endodoncia en Estados Unidos; de habérseme concedido la Encomienda de la Orden del Mérito Civil por S.M. el Rey de España D. Juan Carlos, considero esta distinción del Consejo General como el colofón y el broche de oro de mi vida profesional.
- Conociendo que el premio «Santa Apolonia» se otorga a una buena trayectoria profesional. ¿Ud. a quién daría este premio?
- Me consta que en España hay muchos compañeros que la merecen, tanto en el campo de la endodoncia como en las otras especialidades odontológicas.
- ¿Cree que hay más interés hoy en el mundo por la Odontología que cuando Ud. empezó?
- Es evidente que sí, tanto con la enseñanza, como en el ejercicio de todas las especialidades. Esto ha contribuido a la difusión de la odontología. El público conoce los nuevos tratamiento y se preocupa por conservar sus dientes.
«La política odontológica de practicar cada vez mejor nuestra profesión y de luchar por lograr la paz entre los hombres y los pueblos, esta política sí es necesaria