17 junio 2006

¿Que es un implante Dental?





Es una raíz prefabricada. Los implantes están hechos de Titanio. Tienen la forma de la raíz y se colocan en el sitio donde hay ausencia de dientes.


Sustituyen a la raíz ausente de un diente.

Los implantes están indicados cuando hay ausencia de uno o varios dientes.


Si falta un diente, con un implante será suficiente para reponer esa ausencia. Si son varios dientes, habrá que colocar más implantes. No obstante no siempre es necesario sustituir cada diente por un implante.


Cuando faltan todos los dientes en una maxilar, es posible buscar una solución total con 3 ó 4 implantes. En estas situaciones, los implantes hacen una función de sujeción y retención de las prótesis, fijándolas y aportando una gran estabilidad y firmeza.


En todos los casos es necesario hacer un estudio del estado del hueso, las encías, el resto de los dientes y la articulación témporo mandibular. En la práctica, la principal limitación es que no haya suficiente hueso para poder colocar el implante. No obstante, hoy día disponemos de técnicas que hacen posible esta solución


Seguidamente, exponemos los pasos clásicos del tratamiento. No obstante, hoy día disponemos de técnicas que pueden hacer posible poner los dientes en el mismo día que los implantes. (ver últimos avances).

1 Evaluación y planificación

2 Colocación de una raíz de titanio.
Prótesis provisional.
El hueso madura en torno a la nueva raíz (6 meses)

3 Preparación de la encía (2 semanas)

4 Preparación de la unión al implante (2 semanas)
Colocación de una corona de porcelana

5 Cuidados higiénicos y de mantenimiento.
Controles y revisiones periódicas.
¿Es un tratamiento suficientemente comprobado?
Los implantes se introdujeron hace más de treinta años y los resultados positivos están demostrados con absoluta seguridad

El diente que va sobre implantes, es igual a un diente natural?

El resultado es óptimo en cuanto a estética y función y el organismo no establecerá diferencia. La principal diferencia es que el implante no tiene sensibilidad.

¿Se puede producir rechazo?

En un 5% los implantes no se osteointegran y no quedan firmes en el hueso. Propiamente no es que se dé un rechazo si no que el tejido que rodea al implante es fibroso en vez de óseo. En este pequeño tanto por ciento, después de unos meses, se puede volver al colocar otro implante sin mayor complicación.


¿Qué complicaciones pueden aparecer?

Es un tratamiento que no tiene especiales complicaciones, sintéticamente se puede decir que serían las mismas que cuando se realiza una extracción de un diente.

¿Duele?

El implante se coloca con anestesia local y no se siente ningún tipo de dolor. Es normal que pasado el efecto de la anestesia, a las 6 horas, se sienta molestia y a las 48 horas esté la zona inflamada. Con el tratamiento habitual de analgésicos y antiinflamatorios no hay especiales molestias

¿Cuánto dura el tratamieno?

El tratamiento tiene dos fases. En la primera se coloca el implante (una sesión de 30 minutos). Se cierra la mucosa y se esperan 5 meses. Pasado ese tiempo se comprueba el buen asentamiento y en un plazo de un mes se termina con la realización de la corona o la prótesis.


Hoy día, con las nuevas superficies y otros avances tecnólogicos, en algunas ocasiones es posible colocar el implante y la corona en al mismo tiempo.
  • Implantes Astra
  • Dormir bien para vivir mejor

    Dormir bien para vivir mejor





    Naranjo de Bulnes




    Dormir es un proceso fisiológico necesario para el ser humano. No sabemos por qué ni para qué dormimos, pero sí sabemos las consecuencias de dormir poco o mal. Aunque no sepamos cómo, sabemos sus efectos: dormir es descansar, recuperar. Una de las torturas en campos de concentración era imposibilitar el sueño. De hecho, se ha demostrado que algunos animales mueren tras varios días sin dormir.

    El dormir es algo cíclico, con una duración y efectos normales. En nuestra civilización cada vez es más frecuente la dificultad para conciliar y mantener el sueño, lo que es conocido como insomnio. Como en otros procesos médicos, hay grados y severidad, pero por las estadísticas parece que estamos ante una pandemia. Entre un 30-50% de la población sufre problemas de sueño, y un 20-30% de la población se calcula que requerirá tratamiento médico más o menos prolongado. Dormir mal no mata pero sí que hace la vida, de noche y de día, mucho peor. Ocurre a cualquier edad, en niños, adultos y ancianos, mujeres y hombres, nadie se libra. El que lo sufre sabe que no es una enfermedad cualquiera...

    Clásicamente se dice que para dormir bien hacen falta la conciencia tranquila, el estómago ligero y los pies calientes. Con esto se quiere decir que influyen factores psicológicos, enfermedades físicas y factores ambientales. Por ejemplo, la ansiedad, el dolor de muelas o un bar en la puerta de casa, van a dificultar la conciliación y mantenimiento del sueño. Lo primero para tratar el insomnio es, en consecuencia, el diagnóstico. Muchas enfermedades físicas (tiroides, artritis...) y otras psicológicas (ansiedad, angustia, manía...) van a producir insomnio y, por tanto, deben ser tratadas para mejorar este síntoma. Los factores externos también deben ser examinados. En otras ocasiones, no habrá más remedio que reconocer que no conocemos la causa o achacarlo a factores genéticos (su madre y su abuelo ya lo tenían...). Entonces tendremos que tratar la queja del sueño, el síntoma, es decir tomar pastillas o buscar otros métodos que faciliten el dormir, sabiendo que no estamos atacando su causa.
    Además del tratamiento de la causa, existen normas generales para facilitar el dormir. Durante el día se recomienda intentar organizar los horarios de comida de modo regular, evitar café, coca-cola y otros excitantes, a partir de media tarde, realizar ejercicio físico, aunque sea ligero, diariamente, pero no inmediatamente antes de acostarse. Basta con un paseo al final de la tarde. La siesta en sí no es perjudicial, de hecho muchos la necesitan para descansar. Pero si se tienen problemas para dormir por la noche, hay que evitarla pues va a agravar el insomnio.

    Hay que esperar al menos una hora entre la cena y el acostarse, evitar cenas copiosas, ingesta de alcohol, café u otras bebidas estimulantes o fumar, no tomar en la cena alimentos que produzcan tendencia al ardor gástrico o excesiva diuresis, que obligarán a levantarse durante la noche. Tampoco se recomienda ir a la cama habiendo cenado muy poco.

    Es preciso ir a la cama cuando sienta algo de sueño. No hay que utilizar la cama para actividades como leer, trabajar, comer o escuchar la radio. No es recomendable tener la televisión en el dormitorio. Si hace mucho calor, la ducha con agua fría o templada ayuda a la relajación y facilita la conciliación del sueño. Las condiciones de la habitación son fundamentales: cama adecuada (habitualmente ayuda que la cama sea dura y la almohada blanda), habitación sin luz o ruido, con temperatura intermedia, ni muy fría ni caliente. Si hay ruidos externos, se pueden utilizar tapones auriculares. El horario y duración del sueño son también claves. Hay que intentar acostarse y levantarse a la misma hora, evitar cambios importantes de horario durante el fin de semana. Se recomienda dormir el tiempo que sea necesario para sentirse descansado a la mañana siguiente, pero no más.

    La automedicación es siempre un error. Es labor del médico llegar al diagnóstico e instaurar un tratamiento, en el insomnio y en cualquier enfermedad. Y el insomnio, cuando es duradero y molesta de noche y de día, es una enfermedad. Como hemos dicho a muchos va a acompañar en periodos muy largos de la vida. Y, por eso, es labor del médico llegar al diagnóstico del insomnio, clasificarlo entre la docena de tipos que hay, buscar la causa entre las más de cien enfermedades que lo pueden producir, y después tratarla con alguno de las decenas de fármacos disponibles o con otras medidas no farmacológicas. Decidir qué y cuándo tomar una medicación sólo va a producir problemas. Como el insomnio suele ser crónico, sí es verdad que a veces uno sabe cuándo va a necesitar más o menos medicación, cuándo puede dejarlas por unos días y cuando no: pero eso debe ser pactado con su médico. En caso contrario, el fracaso y las complicaciones están aseguradas

    11 junio 2006

    La calle interminable.Michel Ende, Momo

    La calle interminable
    Michel Ende, Momo, 15 ª ed., Alfaguara 1984, pp. 38-39.

    (Fragmento)


    Cada mañana iba, antes del amanecer, en su vieja y chirriante bicicleta, hacia el centro de la ciudad, a un gran edificio. Allí esperaba, con sus compañeros, en un patio, hasta que le daban una escoba y le señalaban una calle que tenía que barrer.

    A Beppo le gustaban estas horas antes del amanecer, cuando la ciudad todavía dormía. Le gustaba su trabajo y lo hacía bien. Sabía que era un trabajo muy necesario.

    Cuando barría las calles, lo hacía despaciosamente, pero con constancia; a cada paso una inspiración y a cada inspiración una barrida. Paso-inspiración-barrida. Paso – inspiración - barrida. De vez en cuando, se paraba un momento y miraba pensativamente ante sí. Después proseguía paso – inspiración – barrida.

    Mientras se iba moviendo, con la calle sucia ante sí y limpia detrás, se le ocurrían pensamientos. Pero eran pensamientos sin palabras, pensamientos tan difíciles de comunicar como un olor del que uno a duras penas se acuerda, o como un color que se ha soñado. Después del trabajo, cuando se sentaba con Momo, le explicaba sus pensamientos. Y como le escuchaba a su modo, tan peculiar, su lengua se soltaba y hallaba las palabras adecuadas.

    -Ves, Momo –le decía, por ejemplo-, las cosas son así: a veces tienes ante ti una calle larguísima. Te parece terriblemente larga, que nunca crees que podrás acabarla.

    Miró un rato en silencio a su alrededor; entonces siguió:

    -Y entonces te empiezas a dar prisa. Cada vez que levantas la vista, ves que la calle no se hace más corta. Y te esfuerzas más todavía, empiezas a tener miedo, al final estás sin aliento. Y la calle sigue estando por delante. Así no se debe hacer.

    Pensó durante un rato. Entonces siguió hablando:

    -Nunca se ha de pensar en toda la calle de una vez, ¿entiendes? Sólo hay que pensar en el paso siguiente, en la siguiente barrida. Nunca nada más que el siguiente.

    Volvió a callar y a reflexionar, antes de añadir:

    -Entonces es divertido; eso es importante, porque entonces se hace bien la tarea. Y así ha de ser. Después de una nueva y larga interrupción, siguió:

    -De repente se da uno cuenta de que, paso a paso, se ha barrido toda la calle. Uno no se da cuenta cómo ha sido, y no se está sin aliento.

    Asintió en silencio y dijo, poniendo punto final:

    -Eso es importante.

    04 junio 2006

    ¿Qué es la Endodoncia?

    ¿Qué es la Endodoncia?

    Endodoncia se refiere al interior (endo) de los dientes (doncia). La pulpa dental es el tejido que se encuentra en el interior de los dientes, y está compuesto de nervios, vasos sanguíneos y células especializadas (entre otros). Su función principal es la de formar el diente y, en segunda instancia, percibir estímulos externos. La Endodoncia, como especialidad odontológica, está dedicada a la prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la pulpa dental y de los tejidos circundantes afectados por la misma.

    ¿Por qué se enferma la pulpa dental?

    Las causas más frecuentes de enfermedad de la pulpa dental son:

    La caries dental (cavidades muy profundas).
    El efecto acumulativo de diferentes procedimientos odontológicos en un mismo diente.
    Los traumatismos (accidentes).

    Por otra parte, las condiciones en las que un diente puede necesitar un tratamiento endodóntico por primera vez pueden dividirse en dos grandes grupos :

    Cuando se presenta una inflamación irreversible del tejido pulpar (pulpitis).
    Cuando hay una necrosis (muerte) del tejido pulpar.

    Como consecuencia de la acción de diferentes irritantes la pulpa dental se enferma (inflama) aún cuando se mantiene vital en el interior del diente. En ocasiones el daño es tan extenso (frecuentemente manifestado como una gran sensibilidad a los cambios térmicos o un dolor espontáneo del diente) que la condición pulpar no se espera que mejore. Esta situación de enfermedad pulpar irreversible requiere la remoción de la pulpa dental.

    Si esta situación no es diagnosticada y atendida a tiempo (bien pudiera ser por la ausencia de síntomas de dolor), el tejido pulpar eventualmente se necrosa (muere). En este caso el diente no responde a estímulos térmicos. El contenido necrótico del diente (pulpa dental en descomposición, bacterias, etc.) alcanza a salir del mismo y afecta a los tejidos de soporte del diente (hueso y fibras) en el extremo de las raíces. A este nivel los síntomas más frecuentes son de molestia en el diente cuando se somete a presión (masticación, por ejemplo) y en casos agudos pudiera haber una inflamación importante cercana al diente. Al avanzar el daño este se hace evidente en una radiografía como una sombra en el extremo de las raíces del diente. Esta situación, de no ser atendida, continuará su desarrollo hasta eventualmente comprometer todo el hueso alrededor del diente y provocar la pérdida del mismo.

    ¿Qué es un tratamiento endodóntico?

    La primera opción de tratamiento para estas situaciones de inflamación o de necrosis de la pulpa dental es básicamente la misma, el conocido tratamiento de conductos radiculares. Esta terapia consiste en la remoción total del tejido pulpar y/o del contenido de los conductos radiculares (en caso de necrosis o infección), la desinfección de ese espacio y el relleno con un material inerte. Esto es con el propósito de crear un ambiente en el interior del diente que permita que la enfermedad cure, cicatricen los tejidos de soporte del diente y éste se pueda mantener ausente de síntomas y en función.

    ¿Cuanto tarda un tratamiento de conductos?

    En nuestro caso, el 95% de los tratamientos de conductos son ejecutados en una sola cita. Hoy día se dispone del conocimiento y de los equipos necesarios para hacer esto posible. Tradicionalmente, estos tratamientos han sido realizados en varias sesiones (de 2 a 4), y si bien es posible lograr resultados adecuados en diferentes citas, la mayoría de casos son susceptibles de culminarse en una sola sesión.

    ¿Es doloroso un tratamiento de conductos?

    No debe serlo. En el momento de ser ejecutado el tratamiento debe colocarse una anestesia que impida que el paciente sienta dolor.

    ¿Y después del tratamiento?

    Al completar el procedimiento se espera una molestia leve. En algunos casos, luego de ejecutado el procedimiento, el dolor es un poco más intenso, y en otros casos no hay ningún tipo de dolor; pero en promedio una molestia leve, que cede con el uso de prácticamente cualquier analgésico, por un período de aproximadamente 4 días es completamente normal.

    ¿Existen otros tipos de tratamientos endodónticos?

    Si. Usted puede haber escuchado algo en relación a los retratamientos de conductos o a la cirugía periapical. Ambos procedimientos se ejecutan generalmente en dientes que ya han recibido un tratamiento de conductos. El diente puede no haber respondido favorablemente al tratamiento de conductos o puede haber desarrollado una lesión en el extremo de la raíz (o raíces).

    Una vez ejecutado un tratamiento de conductos, la respuesta se mide en términos de cicatrización alrededor del diente tratado. Aún cuando los índices de éxito reportados para este tipo de terapia son muy altos (alrededor del 92%, cuando se logran adecuadamente los objetivos del tratamiento) no hay garantía de éxito para este procedimiento porque depende, entre otras cosas, de la respuesta biológica de cicatrización del paciente. De hecho, algunos dientes que han recibido tratamientos de conductos muchos años antes y que se consideran exitosos pueden desarrollar algún día un problema nuevo relacionado con la endodoncia. Esta situación de equilibrio depende, entre otras cosas, de la interacción de diferentes variables, por lo que la alteración de cualquiera de ellas puede desencadenar una patología endodóntica (caries o enfermedades del tejido de soporte, entre otras). Inclusive, un factor que históricamente no ha sido muy tomado en cuenta para estimar el éxito del tratamiento de conductos y que actualmente se sabe juega un rol determinante en este sentido es la calidad de la restauración con la que cuenta el diente.


    Muchos factores pueden determinar el desarrollo, la recurrencia o la imposibilidad de cicatrización de una patología asociada a un diente que cuenta con un tratamiento de conductos. Si la condición del tratamiento de conductos presente no es favorable, de nuevo debe decidirse si se desea mantener el diente y evitar la extracción. Una vez decidido que desea mantenerse el diente, las opciones de tratamiento endodóntico son el retratamiento de conductos y la cirugía periapical.

    Retratamiento de conductos

    El retratamiento de conductos debe ser siempre la primera opción terapéutica para salvar un diente donde ha fracasado un tratamiento de conductos previo. El retratamiento consiste en la remoción del relleno presente en los conductos, la nueva limpieza y conformación de los conductos, así como la identificación y corrección de la causa del fracaso del tratamiento previo (de ser posible). Los conductos vuelven a ser rellenados y sellados.

    En un número muy importante de casos puede corregirse por esta vía la causa que provoca el fracaso previo (conductos sin tratar o tratados de forma incompleta, entre otros) y de esta forma se evita la cirugía. Pero, por otra parte, es posible que aún rehaciendo el tratamiento de conductos previo la lesión no cure y se requiera de todas formas el abordaje quirúrgico. Aún en esta circunstancia es preferible llegar a una cirugía con el mejor tratamiento de conductos posible, pues se tienen mejores posibilidades de éxito en el acto quirúrgico.

    Cirugía periapical

    La cirugía periapical es el tratamiento indicado cuando existe una lesión en el extremo de las raíces que no ha sido corregida con una retratamiento de conductos adecuado o donde existe una condición en el diente que no hace factible la realización de un retratamiento de conductos (casos donde exista una obstrucción de los conductos que impida el acceso y tratamiento de la totalidad de los mismos).

    En vez de abordarse el problema a través del diente, la cirugía periapical accesa la lesión directamente en el extremo de las raíces, a través de la encía y el hueso. Durante la cirugía se identifica el extremo de la raíz y se elimina una pequeña porción de la misma (aproximadamente 3 mm.) junto con la lesión. Este procedimiento se denomina apicectomía. Luego, generalmente se prepara una pequeña cavidad en el extremo de la raíz remanente y se rellena con un material, con el propósito de sellar los conductos a este nivel y prevenir la filtración de elementos contaminantes desde el interior del diente hacia los tejidos de soporte. Mas información relacionada con estos procedimientos puede encontrarse en el Web Site de La Asociación Americana de Endodoncia.

    Tecnología en la mejora de la Endodoncia

    La forma de practicar la endodoncia ha sufrido un cambio drástico en los últimos 5 años, por no hablar de hace una década. Esto está directamente relacionado con el desarrollo de nuevos equipos y las variaciones del instrumental utilizado para tal fin. De la misma manera los profesionales hoy en día dedican una parte importante de su tiempo a mantenerse educados de manera continuada en los diversos avances, y en algunos casos llegan a completar estudios universitarios de cuarto nivel que los convierte en especialistas de un área específica de la profesión. Para muestra un botón :

    Radiografías computarizadas : las radiografías actualmente pueden tomarse con un sensor que sustituye la conocida película radiográfica y las imágenes pueden verse de forma inmediata en la pantalla de un computador sin necesidad de un proceso de revelado. La verdadera ventaja para el paciente es la reducción en la dosis de radiación, pues para obtener una imagen radiográfica digital se necesita aproximadamente 1/8 de la radiación que se necesita para obtener una película radiográfica tradicional.
    Instrumental de niquel-titanio : Las limas son los instrumentos que se utilizan para limpiar y ampliar los conductos. Hasta hace poco estos instrumentos eran fabricados solamente en acero inoxidable, teniendo limitaciones de flexibilidad y por ende facilitando la fractura de fragmentos del mismo en raíces curvas. El níquel titanio, material con el que se fabrican muchos de los instrumentos endodónticos actualmente, es 450 veces más flexible que el acero inoxidable.
    Instrumentación mecanizada : La utilización de limas adaptadas a equipos rotatorios para ser utilizadas en el interior de los conductos es una posibilidad que hasta el momento no había sido posible desarrollar adecuadamente por la falta de flexibilidad de los instrumentos de acero inoxidable. Ahora que se dispone de instrumentos altamente flexibles de níquel titanio es viable utilizar este tipo de técnica que puede hacer un poco más predecible la conformación de los sistemas de conductos.
    Localizadores electrónicos de foramen apical : permiten determinar electrónicamente donde termina cada conducto a ser tratado. La manera antigua requería de la toma e interpretación de diferentes radiografías, con una mayor inexactitud y una mayor perdida de tiempo, así como una mayor radiación para el paciente que en este momento luce innecesaria.
    Equipos ultrasónicos : Permiten una vibración controlada de ciertos instrumentos que facilitan la conformación, limpieza y la remoción de obstrucciones del interior de los conductos. Estos equipos han revolucionado, inclusive, la forma de crear cavidades en los extremos de las raíces cuando son sometidas a actos quirúrgicos, haciendo de este un procedimiento más seguro y confiable en prácticamente todos los dientes de la boca.
    Microscopios clínicos : Debido a lo pequeño del área de trabajo de un endodoncista (un conducto puede tener 1 mm. de diámetro) se requiere de toda la ayuda posible en la visualización. Con este fin se han utilizado lupas, lupas telescópicas y más recientemente microscopios. Si bien estos equipos tan sofisticados pueden no ser indispensables para todos los casos, son de una gran ayuda para observar lo que el ojo humano no es capaz a simple vista, particularmente en la repetición de tratamientos de conductos y en las cirugías.

    Todo esto está enmarcado dentro de estrictas normas de esterilización y desinfección de los elementos clínicos que se utilizan en toda terapia endodóntica. De hecho, un porcentaje importante de estos elementos son de carácter desechable y los que no, previa desinfección, utilizan cubiertas protectoras desechables.